Roberto Palomba es un arquitecto y diseñador de renombre internacional, conocido por su capacidad única para combinar forma y función en el diseño de interiores. Su visión del Buen Diseño, como una sinfonía armoniosa entre creatividad y utilidad, ha transformado cada espacio en un ambiente personalizado y atractivo. Fundador del estudio Palomba Serafini Associati, ha ganado el Compasso d'Oro por su visión innovadora. Palomba sigue siendo un ícono en el mundo del diseño, inspirando a profesionales y entusiastas en todo el mundo.

Roberto Palomba adopta un enfoque "holístico" del diseño, considerando todos los aspectos del ciclo de vida del producto. Para él, la casa es "nómada", con desafíos de diseño relacionados con la durabilidad y el vínculo emocional con los objetos en un entorno en constante evolución.

Sus ideas nacen de necesidades concretas y evaluaciones de la utilidad del producto. Palomba promueve la calidad sobre la cantidad, creyendo que el verdadero valor de un producto reside en su capacidad para satisfacer las necesidades humanas a lo largo del tiempo.

Roberto Palomba subraya la importancia de la adaptabilidad tanto para los objetos de tamaño reducido como para los de mayor tamaño, como lo demuestra el diseño de muebles modulares como los sofás. En su casa en Milán, la elección de colocar el vestidor cerca de la entrada en lugar de en la zona de noche refleja su visión de crear un lugar de "decantación" acogedor después de un día caótico en la ciudad.

En lo que respecta al diseño exterior, Palomba ha colaborado con Talenti, destacando la importancia de considerar los espacios exteriores con la misma atención que los interiores. El diseño para el exterior requiere una visión similar, pero con consideraciones específicas relacionadas con los elementos externos. Las innovaciones en textiles y materiales permiten crear muebles de exterior elegantes, cómodos y duraderos, ofreciendo también una dimensión sostenible gracias a su adaptabilidad a las condiciones externas.

Para obtener muebles elegantes y a medida para las necesidades del propietario de la casa, el papel del diseñador es de vital importancia. Un buen diseñador, según Palomba, debe comprender que los espacios deben ser funcionales además de estéticamente agradables, por lo que es crucial diseñar teniendo en mente al usuario final.

Debe haber una confianza mutua y una sintonía, ya que el diseñador a menudo debe explicar y justificar ciertas decisiones al cliente, asegurando que los espacios satisfagan sus necesidades.